Restaurante Culler de Pau, O Grove, Pontevedra
Aprovechando un fin de semana de balneario en la isla de La Toja, pensamos que un buen complemento sería conocer este restaurante perteneciente al Grupo Nove situado a pocos kilómetros de O Grove.
El restaurante está formado por unas ocho o diez mesas, la mitad de
las cuales al lado de un gran ventanal con vistas a la Ría de Arousa. Al ver que nos acompañaban a una de estas mesas, nos alegramos de haber hecho la reserva para el mediodía y disfrutar así del paisaje. Predomina el color blanco tanto en la entrada como en el comedor, combinado con madera. Además hay una pequeña ventana que abre discretamente la cocina a los comensales.
Teníamos bastante claro que queríamos probar el menú degustación, con lo cual después de elegir el vino, blanco y Ribeiro para comenzar, Cunqueiro III Millenium, empezó la fiesta.
Comenzamos con el aperitivo de la casa, Espuma de Crustáceos sobrePaté de Crustáceos.... Sabor contundente a puro mar de la espuma y aún más concentrado cuando al probar el paté. La combinación, simplemente fantástica.
El primer entrante fueron Navajas con Espuma de Hinojo. Las navajas iban sobre una gelatina de moluscos con un potente sabor. Las navajas tenían un punto fantástico, y su sabor se complementaba con la frescura de la espuma de hinojo. El plato se completaba con un helado que nos pareció que tenía un punto cítrico.
A continuación el segundo entrante, Huevo cocido a baja temperatura con Crema de San Simón y Crujiente de Pan... En fin, qué decir. Cada vez me gusta más esta preparación, que ya hemos probado en otros locales, si bien la combinación con el ahumado del queso San Simón volvió a sorprender. Las migas de pan le daban al plato el punto de textura que le faltaba.
El pescado en esta ocasión fue un Abadejo con Zumo y Tallos de Acelgas y Berberechos. Sobre un mini lecho de puré de patata se encuentra el lomo con un punto maravilloso que prácticamente se deshacía en la boca y fantásticamente acompañado por el jugo de acelgas, nada agresivo. El acompañamiento de berberechos, con esa textura prácticamente cruda y con un intenso sabor marino le sumaba al plato más carácter si cabe.
Y por fin, la carne: Pluma de Cerdo Ibérico con Remolacha, Espinacas y Castañas. Nuevamente el tiempo de cocción el perfecto para mi gusto, le confería a la carne el crujiente exterior y el híperjugoso interior. Perfectamente acompañado por unas espinacas simplemente escaldadas, remolacha y castaña cruda fileteada. Buen final para los platos salados. En estos momentos ya nos habíamos pasado al tinto y nos decidimos por un valenciano Mestizaje, del cual ya os hemos hablado en otras ocasiones.
A continuación pasamos al dulce. La primera propuesta fue Gelatina de Manzana con Helado de Canela y Licuado de Hierbas.Un postre donde la primera sensación que tuvimos fue frescor, donde la gelatina tenía una textura que nunca había probado, el helado que escondía debajo una especie de granizado y arena de galleta y las salsas que lo acompañaban que le daban un sabor diferente ( menta, limón, fresa... ) en cada bocado. Y estéticamente nos pareció una maravilla.
Y cuando creímos que ya estaba todo vendido nos presentan EL POSTRE: Torrija de la abuela con crema de café, helado de leche y arena de cacao... simplemente impresionante, el toque caramelizado de la torrija junto con la la cremosidad y suavidad del toque a café, el punto frío del helado y ese crujiente del cacao..... en fin...sin palabras.
Para terminar, un cortadito, acompañado de petit fours de Praliné y un buen digestivo... que luego íbamos de spa y buena falta nos hacía una London Gin.
Finalmente la cuenta del menú degustación ( para cuatro personas ), las dos botellas de vino y los extras ( pan, copas... ) ascendió a 265 €.
Resumiendo, nos pareció una experiencia para repetir. El menú degustación lo varían frecuentemente, lo cual hace más apetecible volver y tener la oportunidad de probar platos nuevos
El restaurante está formado por unas ocho o diez mesas, la mitad de
las cuales al lado de un gran ventanal con vistas a la Ría de Arousa. Al ver que nos acompañaban a una de estas mesas, nos alegramos de haber hecho la reserva para el mediodía y disfrutar así del paisaje. Predomina el color blanco tanto en la entrada como en el comedor, combinado con madera. Además hay una pequeña ventana que abre discretamente la cocina a los comensales.
Teníamos bastante claro que queríamos probar el menú degustación, con lo cual después de elegir el vino, blanco y Ribeiro para comenzar, Cunqueiro III Millenium, empezó la fiesta.
Comenzamos con el aperitivo de la casa, Espuma de Crustáceos sobrePaté de Crustáceos.... Sabor contundente a puro mar de la espuma y aún más concentrado cuando al probar el paté. La combinación, simplemente fantástica.
El primer entrante fueron Navajas con Espuma de Hinojo. Las navajas iban sobre una gelatina de moluscos con un potente sabor. Las navajas tenían un punto fantástico, y su sabor se complementaba con la frescura de la espuma de hinojo. El plato se completaba con un helado que nos pareció que tenía un punto cítrico.
A continuación el segundo entrante, Huevo cocido a baja temperatura con Crema de San Simón y Crujiente de Pan... En fin, qué decir. Cada vez me gusta más esta preparación, que ya hemos probado en otros locales, si bien la combinación con el ahumado del queso San Simón volvió a sorprender. Las migas de pan le daban al plato el punto de textura que le faltaba.
El pescado en esta ocasión fue un Abadejo con Zumo y Tallos de Acelgas y Berberechos. Sobre un mini lecho de puré de patata se encuentra el lomo con un punto maravilloso que prácticamente se deshacía en la boca y fantásticamente acompañado por el jugo de acelgas, nada agresivo. El acompañamiento de berberechos, con esa textura prácticamente cruda y con un intenso sabor marino le sumaba al plato más carácter si cabe.
Y por fin, la carne: Pluma de Cerdo Ibérico con Remolacha, Espinacas y Castañas. Nuevamente el tiempo de cocción el perfecto para mi gusto, le confería a la carne el crujiente exterior y el híperjugoso interior. Perfectamente acompañado por unas espinacas simplemente escaldadas, remolacha y castaña cruda fileteada. Buen final para los platos salados. En estos momentos ya nos habíamos pasado al tinto y nos decidimos por un valenciano Mestizaje, del cual ya os hemos hablado en otras ocasiones.
A continuación pasamos al dulce. La primera propuesta fue Gelatina de Manzana con Helado de Canela y Licuado de Hierbas.Un postre donde la primera sensación que tuvimos fue frescor, donde la gelatina tenía una textura que nunca había probado, el helado que escondía debajo una especie de granizado y arena de galleta y las salsas que lo acompañaban que le daban un sabor diferente ( menta, limón, fresa... ) en cada bocado. Y estéticamente nos pareció una maravilla.
Y cuando creímos que ya estaba todo vendido nos presentan EL POSTRE: Torrija de la abuela con crema de café, helado de leche y arena de cacao... simplemente impresionante, el toque caramelizado de la torrija junto con la la cremosidad y suavidad del toque a café, el punto frío del helado y ese crujiente del cacao..... en fin...sin palabras.
Para terminar, un cortadito, acompañado de petit fours de Praliné y un buen digestivo... que luego íbamos de spa y buena falta nos hacía una London Gin.
Finalmente la cuenta del menú degustación ( para cuatro personas ), las dos botellas de vino y los extras ( pan, copas... ) ascendió a 265 €.
Resumiendo, nos pareció una experiencia para repetir. El menú degustación lo varían frecuentemente, lo cual hace más apetecible volver y tener la oportunidad de probar platos nuevos
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