Restaurante Capitán
Este restaurante lo encontramos consultando en Internet locales para comer/cenar por esta zona. Al ver la página web (http://www.restaurantecapitan.es/ )nos llamó la atención su carta y sus precios que a priori parecían bastante asequibles. Por ello nos decidimos a hacer una reserva para cenar una noche.
Cuando llegamos nos llamó la atención encontrar el local totalmente desangelado, sobre todo si nos damos cuenta que estábamos a finales de Junio. De hecho en la zona donde teníamos la mesa estábamos completamente solos.
De plato principal nos apetecía un arroz y nos decidimos por el arroz con bogavante, tres raciones para los cuatro. Cantidad suficiente, bicho bueno, pero arroz totalmente insulso, que ya es raro, cuando generalmente está mejor el arroz que el bogavante.
Cuando llegamos nos llamó la atención encontrar el local totalmente desangelado, sobre todo si nos damos cuenta que estábamos a finales de Junio. De hecho en la zona donde teníamos la mesa estábamos completamente solos.
Como la carta ya la habíamos visto, no nos costó mucho decidirnos. De entrada unas cigalas a la plancha ( a 15 € la ración ).... hasta que el camarero nos aclara que la " ración " constaba de tres cigalas, y al ser cuatro cenando... pues claro no daban las cuentas. Nos quedamos flipados... y empezamos a sospechar del por qué de los precios. Como al final no quisimos pedir dos raciones de cigalas ( para que nos tocara una y media a cada uno... ) nos recomendó un bruño, que es como se conoce en la zona a los pateiros ( centollos pequeños ) por 20 €. La verdad es que estaba bueno, pero tampoco dió para recrearnos, a pesar de la insistencia del camarero para que pidiéramos otro. A continuación nos trajeron una ración de navajas a la plancha, de buena calidad y bien preparadas... Sin queja.
De plato principal nos apetecía un arroz y nos decidimos por el arroz con bogavante, tres raciones para los cuatro. Cantidad suficiente, bicho bueno, pero arroz totalmente insulso, que ya es raro, cuando generalmente está mejor el arroz que el bogavante.
Pedimos un par de postres para compartir, unas tartas de piña que no eran nada del otro mundo. El vino fue el de la casa ( Capitán, un Rías Baixas ), que nos sorprendió con su etiqueta del consejo regulador, es decir que os lo podeis encontrar por ahí a la venta. Una infusión y un par de chupitos... Total 96 €, es decir 24 por persona, excesivo a mi modo de ver sobre todo porque no nos gustó demasiado el conjunto. Probaré las múltiples opcines gastronómicas de la zona antes de volver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario