viernes, 2 de diciembre de 2011

Comer en Ponte da Lima

Restaurante A Carvalheira, Ponte de Lima (Portugal)



El restaurante A Carvalheira, situado en el lugar de Antepaço, ayuntamiento de Ponte de Lima (Portugal), debe su nombre al majestuoso roble (carballo en gallego, carvalho en portugués) que preside el precioso jardín que lo circunda.
El camino de subida la restaurante nos predispone para lo que veremos a continuación: una cuidada concatenación de árboles y arbustos bien cuidados, un caserón de piedra restaurada con primoroso cuidado y un hall de entrada agradabilísimo, con galería al jardín y cómodos sillones para la espera o una larga sobremesa.
En las paredes del hall vemos varios cuadros enmarcando críticas y referencias del lugar. Una puerta blanca que da entrada a un espacio muy especial, un restaurante de los que quedan pocos, con su barra al fondo, preámbulo de la cocina, lleno de mesas bien distribuidas y una gran lareira en el centro del local, encendida con troncos de roble chispeantes; la lareira tiene una mesa a sus pies, la más bonita del comedor. ¡Esa era nuestra mesa!
El propietario del local nos saludó con esa amabilidad tan típica de los restaurantes portugueses, amabilidad no exenta de la dignidad que siempre ha tenido un pueblo que navegó por cientos de mares y conquistó muchos países.
A diferencia de la amabilidad demostrada por el propietario, el camarero que nos atendía no demostró el mismo tino ni saber estar, no sé si sería por que yo era español (no creo) o por que la persona que dirigiría la elección de los platos era portuguesa y muy extricta (pero correcta) en las ordenes e instrucciones. En todo caso, una pena.
Al terminar la selección de platos, sin ningún asesoramiento por parte del camarero, la comida resultó una especie de monográfico sobre el bacalao (bacalhau en portugués) en algunas de sus mejores preparaciones.
Los platos elegidos, fueron:
- Salada de bacalhau com broa (1): un suculento plato a base de bacalao deshilado acompañado de aceitunas negras y verdes, pimiento, tomate, cebolla, ajo, orégano, sal y aceite y vinagre, en una mezcolanza muy bien presentada y mejor condimentada, en compañía de unas rebanadas de pan de broa ligeramente frita. Un gran primer plato.
- Sonhos de bacalhau: con la misma base de bacalao deshilado, se mezcla con harina, manteca y huevos, para hacer una especie de buñuelos o croquetas de una textura esponjosa y muy sabrosa. Un plato consistente y sabroso, quizá el menos apropiado para la comida.
- Alheira com legumes: un magnífico plato de la cocina más tradicional portuguesa. La alheira es un embutido típico de la comarca de Trás-os-Montes, siendo el más famoso el que se prepara en Mirandela. La presentación y el sabor de este plato me dejó sorprendido, y me supo a poco: habría tomado mucho más y a buen seguro que volveré a degustarlo.
- Bacalhau con broa: el plato fuerte de la comida fue el famoso y recomendadísimo bacalhau con broa, la especialidad del chef; resultó ser una de las mejores preparaciones de bacalao que he tomado en mi vida. La presentación en fuente de barro y la costra formada por la masa de broa al horno, hacen de este plato un delicioso complemento de un almuerzo en día frío y lluvioso.
- Baba de camelo: uno de los más típicos postres portugueses, a base de leche condensada, huevos y gelatina neutra, todo batido. Se presentó en la mesa con finas lonchas de castaña y nueces. Muy agradable de sabor, a medio camino entre una espuma, una mousse y un dulce de leche.
- Vino Quinta dos Carvalhais “Touriga Nacional”: un vino de una pequeña bodega del Dâo, elaborado con la uva touriga nacional, monovarietal, de producción limitada y con una inmejorable relación de calidad, excelsa, y precio muy contenido (64 € botella). Un vino dotado de un intenso y profundo color morado, gran paladar, equilibrado, elegante y con un prolongado retrogusto. Pese a que con el bacalao combinaba perfectamente, este gran vino quizá hubiera sido más apropiado para platos de carne ligera.
- Chupitos de aguardiente de hierbas y café de Palácio da Brejoeira, servido en un enfriador que no había visto en mi vida pero que permitía mantener los licores en su justo punto de frescor.
- Cafés: desgraciadamente, y pese a ser Portugal uno de los mejores países en la calidad de los cafés servidos, desgraciadamente, repito, el brebaje que nos pusieron no estaba a la altura de la calidad de la comida..
Resumiendo: una excelente comida en calidad y presentación, con una instalaciones magníficas y extremadamente relajantes y placenteras (inmejorable la mesa al lado de la chimenea encendida), con un servicio de sala que empezó mal, ligeramente secos, sin una sonrisa, pero que según avanzaba la comida fue mejorando.
El almuerzo se inició a las 13:30 hora portuguesa y terminó a las 16:50, después de una animada, divertida y placentera sobremesa, llena de anécdotas, chistes y alguna que otra discusión política.
Muy recomendable una visita a este restaurante. Y más recomendable aún reservar mesa con anticipación (teléfono 258742316 de Ponte de Lima-Portugal).

No hay comentarios:

Publicar un comentario